Los privados piden seguridad jurídica y que se delimiten claramente sus atribuciones.

El presidente de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos, Carlos Delius, destacó en el IV Congreso de Gas & Energía, clausurado ayer en Santa Cruz, que en los dos últimos años hubo avances importantes en la definición de reglas entre Estado e inversores privados en el área. Delius hizo votos por que esa relación se rija por objetivos y alineamientos comunes. “La Ley de Hidrocarburos tiene que ser adecuada, porque hoy no está en correspondencia con la realidad. Actualmente, la Ley de Hidrocarburos no incluye un down stream que está en manos del Estado. La norma no determina claramente cuál es el papel entre los interesados en la industria”. Down stream es la explotación de los recursos hidrocarburíferos bajo tierra que, de acuerdo con la Constitución, pertenecen al Estado. Según la anterior ley sectorial, esa riqueza pasaba a ser propiedad de los privados al ser extraída. La reversión de esa medida fue exigida por los ciudadanos bolivianos movilizados en 2003. Si bien la producción o el up stream está debidamente determinado por los contratos, todas las demás actividades de esta industria no están suficientemente legisladas para alcanzar una mejor dinámica de trabajo. “Se tiene que definir mejor la relación, el destino de las rentas, y definir de manera más precisa cuál va a ser el papel del Estado y de instituciones, como la Agencia Nacional de Hidrocarburos, que están en plena formación. Contar con una nueva norma es importante, pero que sea adecuada es más importante aún, porque se necesita una norma moderna para atender los objetivos del sector y del Estado”. El gobierno. El ministro de Hidrocarburos y Energía, José Luis Gutiérrez, reconoció que luego de compartir las experiencias, la pregunta ya no es quién tiene más gas, sino quién ofrece las mejores y más competitivas opciones, y explicó que en la nueva Ley “hay un solo pilar que es la Constitución”. 19,24 trillones de pies cúbicos son las reservas probadas, probables y posibles de gas natural que posee Bolivia. Un congreso y la realidad boliviana. Los temas abordados por los expositores en el IV Congreso de Gas & Energía no contienen planes para alentar nuevas inversiones en el sector petrolero e hidrocarburífero del país. Las exposiciones se alejaron del contexto nacional. Si bien se pudo advertir temas que involucraron a Bolivia, como la inseguridad jurídica que se advierte, las conferencias específicamente dirigidas a la problemática nacional fueron cortas y contadas. La frase "Bolivia no tiene que tener miedo a la competencia de gas versus gas. Tiene la posibilidad de ser un productor de bajo costo, además está interconectado a los dos mercados más importantes de la región como Argentina y Brasil, y podemos producir gas a precios competitivos”.