El presidente del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), Fernando Vargas, denunció que la Policía Nacional detuvo a dos técnicos y la camioneta de la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG), con el pretexto que se trataba de un vehículo robado.

“La Policía que está a dos kilómetros esperando a los marchistas para no dejarlos pasar, agarraron la movilidad y se la han llevado y han reportado la camioneta como robada”, declaró Vargas. Se trata de una camioneta color rojo, según aseguraron algunos dirigentes de esa organización indígena que ya se movilizaron para recuperar el motorizado que habría sido adquirido en el marco del plan ministerial transitorio, entre el Gobierno y la APG. Celso Padilla, presidente de la APG, señaló que aún no se conoce a cabalidad en qué circunstancias fue detenida la camioneta con los dirigentes identificados como Magalí Vargas y Pablo Ibáñez. Asimismo, dijo que la acusación de la Policía sólo tenía el objetivo de desprestigiar a la APG, cuando esos vehículos fueron proporcionados a las organizaciones sociales. Hasta el cierre de esta edición se conoció que las dos personas fueron conducidas por la Policía hasta La Paz para ponerlas a disposición de la Fiscalía. La dirigencia de la APG no emitió más detalles al respecto. El sábado se produjo otro hecho, los indígenas denunciaron que una camioneta fue detenida en Yucumo y revisada por los afiliados a la Confederación de Comunidades Interculturales. El vehículo se dirigía de La Paz, llevaba alimentos y vituallas para los indígenas marchistas. El dirigente del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qollasuyo, Rafael Quispe, calificó el hecho como un abuso, ya que se trata de ayuda humanitaria para los movilizados. Los hechos causaron la molestia de los indígenas.