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Sugieren incluir el derecho de pacientes para aliviar su dolor


2013-10-25
La Razón

Congreso. Especialistas del país y del exterior abordan el tema

Una especialista internacional en cuidados paliativos planteó aplicar en Bolivia los derechos de pacientes con enfermedad incurable, para que puedan decidir si reciben o rechazan los tratamientos que prolonguen su vida, con el fin de evitar su sufrimiento. “Creo que en Bolivia, como en el resto del mundo, deberían ir por una iniciativa de voluntad anticipada y difundir el concepto de sedación terminal con el propósito de aliviar el sufrimiento del paciente con enfermedad incurable”, expresó ayer Celina Castañeda, vicepresidenta de la Asociación Mexicana de Cuidados Paliativos. La propuesta fue desarrollada durante el II Congreso Internacional del Dolor, realizado en la ciudad de La Paz, con la participación de médicos latinoamericanos y especialistas en métodos y tratamientos del dolor. Castañeda explicó que México cuenta desde 2008 con la Ley de Voluntad Anticipada, la cual establece que un paciente con diagnóstico de una enfermedad incurable, y en pleno uso de sus facultades, puede decidir si es sometido o no a tratamientos que prolonguen su vida, o a medidas paliativas y de analgesia para aliviar el dolor. “La ley establece que la persona debe firmar un acta de voluntad anticipada ante la presencia de un notario y de dos testigos. Entonces, ese documento es presentado al médico y a la institución de Salud para que no le hagan resucitación y para que no le sometan a tratamientos que puedan prolongar su vida”, detalló la especialista. Además sugirió promover otros recursos terapéuticos, como la sedación terminal para los últimos días de vida del paciente, que consiste en aplicar medicamentos que disminuyan el estado de consciencia y la analgesia que controla los síntomas, aunque indicó que el procedimiento deja dormida a la persona. “En ningún momento hablamos de eutanasia, sino de voluntad anticipada, de cuidados paliativos y sedación terminal. La eutanasia no está en la mesa de debate de cuestiones de Salud”, dijo. Iniciativa. El presidente de la Asociación Boliviana del Dolor, Marco Narváez, señaló que México es el único país de Latinoamérica con tal iniciativa y que para aplicarla en el país se requiere formular una norma que lo autorice. “Estaría dispuesto a elaborar una ley, pero solo es muy difícil, tal vez como asociación si se pueda presentar un proyecto. El segundo paso sería enviarla a la Comisión de Salud de la Asamblea Legislativa, aunque veo difícil que se pueda lograr de momento en el país, pero es en lo que se está trabajando en otros”, manifestó. Agregó que una norma de tal magnitud iría dirigida principalmente a los pacientes bolivianos con cáncer terminal y otras enfermedades incurables. De acuerdo con los datos del Ministerio de Salud, cada año en el país se registran 10.000 personas con algún tipo de cáncer, la mayoría de cuello uterino en las mujeres. El II Congreso Internacional del Dolor se realiza en el hotel Radisson, de La Paz, desde el miércoles y concluirá mañana. En el evento exponen varios especialistas bolivianos e internacionales sobre diferentes temas relacionados al dolor, como la responsabilidad del médico en la práctica asistencial, medición y valoración del dolor, terapias farmacológicas, dolor neuropático (malestar en los nervios) en cáncer, entre otros. En Bolivia se aplican 4 de 5 métodos para dolor En el mundo existen cinco tratamientos prácticos y actualizados para tratar el dolor y en el país se utilizan cuatro de ellos, el quinto es muy costoso. Los costos están entre $us 200 y 30.000, explicó el especialista Narváez. La primera técnica es la radiofrecuencia, consiste en usar agujas en el trayecto nervioso para disminuir el dolor; la segunda, es el implante de electrodos (conductor de energía) para bloquear el dolor. El tercero es la neurólisis, se inyecta una sustancia que destruye el nervio para que el dolor deje de sentirse; y el tratamiento conservador es el cuarto, se refiere a la prescripción de parches y tabletas. La infusión espinal es la última y consiste en administrar fármacos directamente en el sistema nervioso con dispositivos. Es el más caro y no es utilizado en el país. “Hay que diagnosticarlo para saber qué técnica utilizar”, aclaró Narváez.

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