Se destaca las restricciones a la reagrupación familiar para los refugiados que ya se encuentran en Alemania.

La Cámara Baja del Parlamento alemán (Bundestag) aprobó ayer un nuevo paquete de medidas para endurecer la legislación de asilo, entre las que se destaca las restricciones a la reagrupación familiar para los refugiados que ya se encuentran en Alemania.

El proyecto legal diseñado por conservadores y socialdemócratas se aprobó con 429 votos a favor, 147 en contra y cuatro abstenciones.

La oposición, formada por La Izquierda y Los Verdes, votó en bloque en contra al igual 31 diputados de las formaciones de la gran coalición, 30 del Partido Socialdemócrata (SPD) y uno de la Unión Cristianodemócrata de Angela Merkel.

Varios diputados del SPD habían anunciado que votarían en contra del proyecto por razones éticas.

Las limitaciones para la reagrupación familiar afectan ante todo a personas a quienes no se les reconoce el derecho individual de asilo ni el estatus de refugiados, según la convención de Ginebra, pero que no pueden ser deportados por estar amenazados por la tortura o la pena de muerte.

En principio, ese grupo sólo tendrá derecho a la reagrupación familiar dos años después de haber llegado a Alemania.

Sin embargo, para ese colectivo, ante todo para sirios cuyos cónyuges o sus hijos están en campos de refugiados en Turquía, Líbano o Jordania, se plantea también la creación de contingentes para que puedan traer a sus parientes a Alemania.

Por otra parte, los solicitantes de asilo procedentes de los así llamados “países seguros”, que tienen poca posibilidad de que su solicitud sea aceptada, deberán ser trasladados a albergues especiales donde se aceleran los trámites de reconocimiento o rechazo de sus expedientes.

Los refugiados, además no podrán abandonar la circunscripción a la que son destinados y si no acatan está prohibición serán sancionados con recortes de prestaciones y su proceso de reconocimiento de asilo puede suspenderse.

Según un informe que publicó ayer el diario “Süddeutsche Zeitung”, el Gobierno alemán calcula que, tras los 1,1 millones de solicitantes de asilo que entraron en el país en 2015, en los próximos cuatro años se recibirán 2,4 millones, con lo que en un lustro se habrá acogido a 3,6 peticionarios.

El documento, apunta el rotativo, ha sido presentado al gabinete por el Ministerio de Economía y parte de la base de que en los próximos ejercicios entrarán en Alemania una media anual de medio millón de solicitantes de asilo.

Fuentes del Ministerio que dirige el socialdemócrata Sigmar Gabriel señalaron al periódico que se ha utilizado “un supuesto meramente técnico” sobre posibles llegadas para realizar las proyecciones económicas.

El Gobierno de Angela Merkel insiste en la imposibilidad de hacer previsiones sobre los flujos de refugiados y rechaza presentar oficialmente un pronóstico, mientras debate cómo financiar el elevado coste de los programas de acogida e integración de millones de personas.