Debido a los resultados positivos que trajo esta práctica alternativa para resolver conflictos, se busca ampliar el área de aplicación más allá del ámbito civil

Sergio Mendoza  / La Paz

A principios de 2016 comenzó a trabajarse la conciliación  en materia civil como una alternativa para solucionar conflictos de forma pacífica y sin llegar a juicio. Quienes resuelven sus conflictos por esta vía se ahorran tiempo, dinero y dolores de cabeza que genera un proceso judicial.

Página Siete conversó con el embajador de Suiza en Bolivia, Roger Denzer (RD), y la oficial nacional de  Programa de la Cooperación Suiza, Mila Reynolds (MR), sobre los resultados de este proceso  y los próximos desafíos. Este organismo apoyó desde un principio la aplicación de la conciliación en el país.

¿Qué tipo de apoyo brindó la Embajada Suiza a Bolivia en cuanto a conciliación?

RD: Se apoyó en cuatro líneas de trabajo. Primero, la parte técnica para definir el perfil de los conciliadores y acompañar el proceso de selección. Después, se apoyó en el tema del equipamiento de computación y mobiliario. La tercera línea fue de capacitación a jueces, conciliadores, secretarias y auxiliares. Y el cuarto fue la campaña comunicacional para que la gente sepa que existe este servicio.

En términos económicos, ¿cuánto se invirtió?

RD: En lo que es conciliación, Suiza invirtió 23,1 millones de bolivianos, Bolivia puso 50,9 millones de bolivianos. Esto muestra el interés del Estado boliviano en este proyecto.

¿Cuáles son las fases del proceso de aplicación de la conciliación?

MR: Trabajamos la conciliación en materia civil, ahora se espera avanzar en tema familiar, laboral y penal, que son grandes desafíos y tienen implicaciones grandes en la justicia.

En cuanto a la conciliación en materia penal, ¿a qué delitos podría aplicarse?

MR: Recién se abrogó el Código de Sistema Penal con varios elementos y categorización de delitos. La conciliación tiene gran potencial sobre todo en delitos menores, como el robo de un celular.

Lo que se espera es no llevar a prisión al que cometió el delito, pero sí restituir el daño y asumir la responsabilidad. Todos estos casos pueden ser conciliables y tendrían gran impacto, considerando el hacinamiento y las detenciones preventivas que se aplican de forma bastante frecuente.

 ¿Además del Código, habría que generar otras normas para reglamentar la conciliación penal?

MR: La normativa actual establece algunos mecanismos de conciliación, es posible avanzar sobre eso. El Código abrogado daba mayores lineamientos, pero es posible avanzar con proyectos piloto para saber los impactos en materia penal. Estamos en eso, hay un proceso de discusión en el Estado e instituciones vinculadas al sector justicia. Si, en adelante, hay interés de los actores principales para hacer pruebas piloto en este tema, pues definitivamente la Cooperación podría apoyar.

 ¿Por qué apoyar la conciliación? ¿En Suiza existe este modelo?

RD: En Suiza tenemos la conciliación porque, como en cualquier sociedad, tenemos problemas, pero no se trata de copiar el modelo en Bolivia, sino de colaborar. La idea no es entregar todos los problemas a los jueces, sino de buscar un camino ligero. Lo más fascinante es que ningún juez dice ‘tú tienes la culpa’, sino que ambas partes buscan una solución. Al final uno no siente que perdió un proceso, sino que buscó un compromiso con la otra persona.

¿En Suiza se aplica la conciliación en materia penal?

MR: Actualmente (en Bolivia) estamos en materia civil, agroambiental y familiar. En el área laboral a veces se puede llegar a ciertos acuerdos, aunque los derechos laborales son irrenunciables.

En el campo penal se tratarían delitos de menor cuantía, no crímenes, no delitos que vayan contra los derechos humanos u otros mayores como asesinatos, eso definitivamente no entra en la conciliación. Hablamos de delitos menores en los que las partes puedan llegar a un acuerdo para resarcir el daño.

Un tema importante también es la conciliación vecinal, a nivel municipal. En Bolivia se está dando espacios interesantes, hay un anteproyecto de ley para conciliaciones en materia municipal. Ahí hablamos de dificultades por ruido, temas de linderos, temas cotidianos que aquejan al ciudadano y, muchas veces, llevan ante un juez para resolver. Esperemos que en los próximos meses ese anteproyecto se trate en el Legislativo.

¿Y cuáles los beneficios de la conciliación?

RD: Un proceso de conciliación en promedio se resuelve en 60 días, dos meses, mientras que en un proceso judicial lleva unos cinco años o más hasta ver el fallo.

Además, estos servicios, por lo general, son gratuitos y tampoco es necesario contratar un abogado, lo cual cuesta mucho. Si hacemos un cálculo, no sólo  ahorra la persona, sino que también el Estado, con un alivio en la carga procesal.

¿Cuánto ayudó la conciliación a reducir la carga procesal?

RD: De acuerdo a una estimación un 10% de todos los procesos que llegan al Órgano Judicial pueden ser conciliados.

En materia civil un 70% puede ser conciliable, de esa cantidad hasta un 30% se está conciliando.

MR: Se trata de un cambio de paradigma en torno a la justicia, pasar de una cultura del litigio bastante arraigada en el Estado, pero también  en la mentalidad de las personas, a  una cultura de diálogo para encontrar una solución pacífica.

Algunos datos de utilidad sobre el  proceso

• ¿Qué es la conciliación?  La conciliación es una forma alternativa  de resolver conflictos sin llevarlos ante un juez. Se lo realiza ante un conciliador y el acuerdo voluntario al que llegan ambas partes tiene el valor de una sentencia judicial.
• ¿Dónde puede realizarse?  Con los conciliadores que son parte del Órgano Judicial o en centros de conciliación extrajudicial: fundaciones u otras instituciones autorizadas. Se puede conseguir información en los tribunales departamentales o Ministerio de Justicia.