Reformas

Distanciamiento de Bolivia de la CIDH, nuevo despropósito


2013-04-08
www.eldiario.net

El probable retiro boliviano de la CIDH, pronosticado por el actual Gobierno, al ser en opinión del mismo “el mejor instrumento del imperialismo”, probablemente como réplica a las diligencias de oficio interpuestas por aquel organismo regional de Derechos Humanos, por el caso Chaparina; la violenta intervención policial en la localidad de San Lorenzo (Yucumo) contra indígenas del Tipnis; es un nuevo despropósito, por decir lo menos.

Tal intención va en desmedro del prestigio de nuestra política internacional, por inconvenientes e irreflexivas resoluciones, provocando secuelas y afectando no sólo derechos humanos, sino menoscabando directa e indirectamente al propio ámbito económico. Recordemos el abandono del país del acuerdo de libre comercio ATPDEA, desaprovechando preferencias arancelarias, por una patética lucha contra el “capitalismo”; la amenaza de revisión de tratados y convenios bilaterales de protección de inversiones suscrita con 24 países; el retiro anunciado del Centro Internacional de arreglo de diferencias e inversiones (CIADI), acciones que culminaron con la expulsión de una agencia de convenio internacional. Todo ese desatino nos lleva hoy a experimentar una suerte de aislamiento e “incomunicación”, al no admitir que Bolivia es parte de una comunidad internacional. Felipe Tredinnick Abasto, compatriota nuestro, experto en Derecho Internacional y miembro de la delegación boliviana en varios periodos de sesiones de la Asamblea General de las NNUU, en vida señalaba que Bolivia, por su ubicación geográfica en el continente, y la concurrencia a los tres sistemas hidrográficos del hemisferio, etc., está emplazada a ser protagonista en la articulación entre los Estados que la circundan. Afirmaba que “es el centro, en el cual convergen las vinculaciones internacionales, constituyéndose además en el nexo de unión o paso obligado entre los océanos Atlántico y Pacífico, influyendo definitivamente en el equilibrio de las relaciones internacionales e instituciones de toda la región”. Aconsejaba a nuestros gobiernos la formación de la llamada “conciencia internacional” como parte de su formación cívica y pedagógica. Nuestra historia inmediata nos muestra que ha sido penosa, inhumana y abrupta la conquista de los derechos humanos en el mundo. Bolivia, no obstante, al presente ha conseguido mejores posiciones en la comunidad jurídica y relaciones internacionales, la misma que ha respondido con esfuerzos en la lucha, por ejemplo, contra gobiernos refractarios al respeto a derechos humanos, algunos de ellos cumpliendo actualmente severas sentencias condenatorias sin derecho a indulto. Hoy la CIDH, en cumplimiento de sus objetivos, se encuentra considerando la protección de recursos legales de personas físicas, no sólo jurídicas, como parte de problemas legales que enfrenta el continente. Sus logros contemplan, por ejemplo, procedimientos en contra el tráfico de mujeres (aun en casos de consentimiento de la mujer), tráfico de armas, denuncias de genocidio (caso de militares argentinos, etc.) y al presente ha conseguido la aprobación por parte de la OEA, luego de un largo debate, de la intervención directa sin orden judicial para casos de acusaciones de tortura. Respecto al tema, citamos una frase de la proclama de la Junta Tuitiva de Pedro Domingo Murillo, citada por el Dr. Felipe Tredinnik en el prefacio de su curso de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales: “Hasta aquí hemos tolerado una especie de destierro en el seno mismo de nuestra patria…”. El autor es abogado.

Nuestros Financiadores