Reformas

Inequidades en la niñez


2013-06-26
http://www.la-razon.com

Los niños y niñas que sufren de violencia y maltrato sigue siendo una asignatura pendiente en el país.

En medio de profundas transformaciones sociales, donde se busca garantizar el ejercicio de los derechos humanos como condición necesaria para el desarrollo de una sociedad que en el pasado ha vivido con grandes brechas de marginación, discriminación, abuso de poder e incluso sometimiento, el compromiso por dejar esa historia en el recuerdo y dar un giro a la realidad es inmensamente complicado, pero hay que reconocer que en gran medida el país y la sociedad boliviana están avanzando. El crecimiento económico, gracias a políticas de inversión en productividad, muestra resultados positivos para la estabilidad. La reestructuración del país en relación a las autonomías y la redistribución de ingresos a los más desfavorecidos, el rescate cultural y la recuperación de la dignidad de los pueblos indígenas así como el respeto a la Madre Tierra son también aspectos para sentirse orgullosos en este proceso de cambio. Sin embargo, una asignatura pendiente siguen siendo los niños y niñas que sufren de violencia y maltrato. Cada día hay un nuevo suceso en la prensa que, a pesar de las buenas noticias en el país, nos desgarra al saber que un menor ha sufrido abuso sexual o está siendo sometido a trabajo infantil; sin mencionar el número de asesinatos de niños que cada vez son más frecuentes en los medios de comunicación. La responsabilidad es de todos: la sociedad civil, las organizaciones sociales, la cooperación internacional y fundamentalmente el Gobierno. ¿Qué pasó con la equidad? Es una pregunta silenciosa que se escucha desde la mirada de los niños y niñas en la calle, no importa el estrato social ni la condición económica, cada vez están cada vez más expuestos a los riesgos de esta sociedad en crecimiento. ¿Cómo puede ser posible que en un país que está a punto de lanzar un satélite al espacio la niñez esté cada vez más insegura?, ¿es que acaso no construimos nuestra sociedad por un futuro mejor para las nuevas generaciones? Responder estas preguntas nos lleva a pensar que las prioridades son diferentes. Tener reservas energéticas, mejorar las exportaciones, incrementar la productividad agrícola y tener un tesoro nacional que garantice la estabilidad económica del país es importante, pero nunca puede ser más importante que el factor humano, y si ahora no ponemos atención en mejores condiciones de protección social a la infancia, niñez y adolescencia, estaremos construyendo un país sin capital humano. El 26 diciembre de 2012, Bolivia fue el primer país de Latinoamérica en ratificar el tercer protocolo facultativo relativo a los procedimientos de comunicaciones, lo que demuestra que sí existe un serio compromiso por los derechos de la niñez en el país. Sin embargo, las leyes y normas no funcionan solas, se requiere del compromiso de los tomadores de decisión, los administradores de justicia y la sociedad en su conjunto para evitar que el interés superior del niño sea vulnerado. En días pasados vimos que hasta los medios de comunicación se olvidan de la ética y exponen imágenes de niños de manera morbosa o lastimera. Es alarmante el crecimiento de denuncias de maltrato; llama la atención cómo ciertas organizaciones toman cada vez más a la ligera el tema del trabajo infantil; no se dan soluciones adecuadas a la permanencia de menores conviviendo en las cárceles con su padres, y la lista de vulneración de derechos de la niñez es inacabable. Bolivia ha sido y es un país que se ha levantado ante las injusticias sociales, que ha luchado por una democracia y que siempre ha demostrado la solidaridad en los momentos de crisis o emergencia. Ahora es el momento de la reflexión y la unión de todos para hacer que el “cambio” sea con una niñez digna y con pleno ejercicio de sus derechos.

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