Reformas

Mujeres en Qalauma


2014-08-07
www.la-razon.com

Los reclusos de Qalauma reciben una justicia penal juvenil con enfoque restaurativo

Con el apoyo de la Embajada de Italia, el centro de rehabilitación de Qalauma acaba de inaugurar un nuevo pabellón exclusivo para mujeres, y las primeras ocho internas ya fueron trasladadas desde los penales de Obrajes y Miraflores hasta ese lugar. Se espera que en los próximos meses muchas más jóvenes se puedan beneficiar de la terapia ocupacional que ofrece ese centro. Cabe recordar que este proyecto se gestó en la mente de Ana María Romero cuando ejercía como Defensora del Pueblo, entre 1998 y 2003. Años más tarde, gracias al trabajo y entereza de las personas que trabajaban en la Defensoría, con el apoyo de la cooperación internacional, el centro de rehabilitación de Qalauma abrió sus puertas en agosto de 2011 para acoger a 32 muchachos de entre 16 y 25 años que antes estaban recluidos en el penal de San Pedro. Actualmente ese centro piloto permite que aproximadamente 300 jóvenes privados de libertad tengan una verdadera oportunidad para rehabilitarse. En efecto, con una inversión cercana a los 2 millones de dólares y la participación de varios sectores de la sociedad, incluidas las madres de los propios reos, los reclusos de Qalauma reciben una justicia penal juvenil con enfoque restaurativo. Desde esta visión el crimen es entendido no solamente como la transgresión de una norma jurídica, sino principalmente como un daño en contra de una persona y de las relaciones interpersonales. Entonces, para poder reparar el daño causado, es necesario responsabilizar al agresor de sus actos y a la vez involucrar a la víctima y la comunidad en el proceso, a fin de llegar a la reconciliación y reintegración del ofensor a la sociedad. En tal sentido, en Qalauma se están aplicando técnicas de rehabilitación orientadas a la valorización del ser humano y de sus potencialidades, inculcando entre los reos el respeto hacia los demás y el valor por el trabajo y el esfuerzo, para posteriormente lograr su plena reinserción en la sociedad. Para tal efecto los jóvenes internos participan en trabajos grupales durante el día, y a la vez reciben capacitación en oficios prácticos (carpintería, serigrafía, costura, agronomía, entre otros), conjuntamente con la formación escolar; pero también hay espacio para el sano entretenimiento, como el deporte y el de- sarrollo espiritual. Las palabras de José Luis, uno de los internos —quien se siente un “suertudo” por estar en Qalauma, porque a diferencia de San Pedro (donde reinaba el miedo y la explotación), allí está más tranquilo, aprendió los secretos de la panadería y la agronomía, pero también el valor de vivir una vida digna y honrada—, bien pueden resumir la importancia de ese centro, que además de darles una nueva oportunidad a los jóvenes que se criaron bajo el amparo de la violencia, promete hacer de Bolivia un país más seguro

Nuestros Financiadores