Si bien hubo importantes avances en la lucha contra el desempleo, al menos en las estadísticas, hay segmentos de la población que afrontan innumerables obstáculos para obtener un empleo digno. Los jóvenes son uno de ellos, pero todavía más dura es la realidad de las personas con discapacidad. Un proyecto de varias instituciones abre una ventana de oportunidad.

En efecto, una alianza interinstitucional conformada por Cáritas Boliviana, Cáritas La Paz, Fe y Alegría, el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, el Servicio Internacional Británico, la Fundación Machaqa Amauta, Handicap International y el Comité Nacional de Personas con Discapacidad (Conalpedis) lanzó días atrás el Banco de Talentos de Personas con Discapacidad, para promover la inserción laboral de esta población en las empresas. Se trata de un centro que les brinda capacitación técnica para luego promoverlos en espacios de trabajo.

Según explican los gestores de la iniciativa, que hasta ahora ya insertó laboralmente a 18 personas con discapacidad, quienes paralelamente siguen recibiendo cursos de formación, además de otras 34 que se insertaron en emprendimientos productivos y 174 que están en la etapa inicial de capacitación técnica, el Banco de Talentos comenzó a funcionar desde mayo de este año, pero fue presentado hace una semana de forma oficial, con el objetivo de convertirse en una bolsa laboral para ese sector poblacional.

La alianza busca publicitar las experiencias de inserción laboral de personas con discapacidad en las empresas con el fin de lograr una mayor inclusión, según indicó la coordinadora de Inserción Laboral de Handicap International. Por ejemplo, en el Banco de Talentos hay ciegos capacitados en telefonía, recepción, call center, informática, panadería y repostería; aquellos con discapacidad intelectual trabajan en artesanía, metalmecánica, textilería; y otros grupos en diseño, dibujo y producción radial. Agregó que antes del proceso de formación se identifica cuál es la demanda laboral, y en función de ello se analiza cómo incorporar a la gente.

Según datos del Censo Nacional de Población y Vivienda de 2012, en el país existen 6.136 personas con discapacidad múltiple; 4.898 con discapacidad visual y auditiva; 11.160 con intelectual; y 12.578 con física. Una gran parte de esta población no tiene mayores impedimentos para desarrollarse laboralmente; sin embargo, son víctimas cotidianas de la falta de inclusión en casi todos los ámbitos de la sociedad.

La iniciativa interinstitucional es, pues, un paso firme en la dirección correcta para abrir espacios inclusivos para personas con discapacidad, cuya principal virtud es brindarles oportunidad de desarrollar sus talentos. Hay, sin embargo, mucho por avanzar en ese camino, y es bueno que las instituciones públicas sean las primeras en sumarse a la causa.