Reformas

Ley de incentivos


2015-11-06
www.la-razon.com
La Razón

La explotación de hidrocarburos seguirá siendo eje importante de la economía nacional. El Ejecutivo envió recientemente al Legislativo el proyecto de Ley de incentivos para la exploración en hidrocarburos. La idea consiste en invertir el 12% del IDH en incentivos para que las empresas petroleras incrementen la exploración de hidrocarburos con miras a cubrir las necesidades crecientes del mercado interno y cumplir con los mercados de Argentina y Brasil.

Bolivia tiene un enorme potencial para continuar siendo el principal proveedor de gas para las dos economías más grandes de Sudamérica; no obstante, la inversión en exploración se ha rezagado en los últimos años.

En un entorno internacional en el que el precio del petróleo se ha deprimido dramáticamente luego de que en 2014 llegó a algo más de 100 dólares por barril, todos los países productores están en búsqueda de soluciones creativas para incentivar la exploración, pues la caída de los precios ha puesto en aprietos las finanzas de las empresas del rubro y la partida de inversión de riesgo es la que más frecuentemente se suprime en estas condiciones.

Por otro lado, las grandes empresas petroleras estatales de Latinoamérica están atravesando coyunturas complicadas: por un lado tenemos a Petrobras, que además del contexto externo adverso para el rubro, está marcada por los recientes escándalos de corrupción que afectan a varias figuras políticas del país vecino.

Más al norte, tenemos a Pemex en México que protagoniza una importante —así como controversial— reestructuración del sector energético, abriéndose a la inversión privada por primera vez; luego de varias rondas de oferta, aún no ha logrado atraer suficiente capital como para desarrollar a plenitud su potencial hidrocarburífero.

Bolivia, sin embargo, tiene una serie de ventajas para el desarrollo de su sector gasífero, que hacen posible y deseable invertir en exploración, pese al riesgo que conlleva: por un lado, tiene un potencial hidrocarburífero importante, dada su conformación geológica; por otro lado, cuenta con los mercados de Argentina y Brasil, ambos con necesidades crecientes de gas para sus respectivas matrices energéticas. Finalmente, no debemos olvidar que Brasil no solo requiere de gas, sino de energía eléctrica que bien puede ser generada mediante termoeléctricas. He ahí otro potencial económico para la riqueza del subsuelo boliviano.

Estos factores, unidos a la posibilidad de identificar nuevos mercados en el futuro, hacen prever que la explotación de hidrocarburos seguirá siendo, por mucho tiempo, un eje importante de la economía nacional.

El proyecto de ley enviado al Legislativo se enmarca en una estrategia de mediano y largo plazo para el crecimiento del sector gasífero nacional. Es deseable que los actores involucrados —empresas y gobiernos subnacionales— respondan con la celeridad que el caso amerita.

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