Reformas

CRÓNICA DE UN FRAUDE SOLAPADO


2018-06-19
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CDH

El Dr. Dennys Eduardo Tapia Crespo Ex Notario de Fe Pública comenta y relata un episodio suscitado dentro el cotidiano de sus funciones, referente a la falsificación de poderes generada por un grupo de delincuentes habitúes de estas practicas delictivas y en detrimento de la población, específicamente narrando la experiencia de una humilde mujer, la cual se apersonó a la Oficina Notarial para constatar la veracidad del instrumento que la requirente detentaba y que finalmente fue a engrosar a una variedad de instrumentos dolosamente facsionados y que a la fecha no se halla solución o mecanismos que vayan a frenar y dar con el núcleo de esta cadena de delincuentes que trafican con la ignorancia y falta de tiempo del usuario eventual; sumando a la inacción de as instituciones encargadas de la defensa y protección del usuario.

CRÓNICA DE UN FRAUDE SOLAPADO

Dr. Dennys Eduardo Tapia Crespo

La experiencia acumulada mediante mis cinco años y ocho meses como Notario de Fe Pública, acreditan que pueda comentar y más que todo plantear posteriormente una solución ante delitos que se vienen sucediendo hace mucho tiempo y con los cuales no tenemos por qué convivir ni menos aceptar y que a continuación empiezo a desarrollar:

Un día cualquiera durante mi gestión aparece una humilde señora en mi oficina, solicitando a mi persona pueda legalizar una fotocopia la cual portaba y que  sacó un tanto maltrecha de un folder plástico transparente, al entregármela, a primera vista observe con azoro que la grafía empleada en la carátula y los datos consignados en la parte inferior no se ajustaban a los que a diario consignábamos en todos y cada uno de los documentos generados bajo mi tuición; inmediatamente retuve la fotocopia generando oposición y molestia de parte de la impetrante; no obstante el mal momento, indagué sobre la forma de haberla obtenido.

Comenzó su relato, pero para hacer más corto el relato y centrarnos en ela falsificación,  ante su falta de tiempo, la ignorancia sobre el procedimiento para el desarrollo del trámite  y coincidentemente la aparición de un tramitador mal trajeado pero eso sí munido de una labia privilegiada el cual se presentó ante la señora como abogado, consiguió capturar la atención de la incauta (victima), como primera medida sonsacándole el monto de Bolivianos (1.000.-), “garantizando” que al día siguiente le entregaría el documento para proseguir con los tramites que le siguen; pasado el tiempo y ¡luego de haber registrado y/o culminado el tramite! Y ante la previsión (ahora sí), de que no le falte el documento legalizado, llamó al teléfono que falsamente se hallaba consignado en la caratula, al no tener respuesta y al transcurrir los días, le causó extrañeza, preocupándose  por tal motivo se apersonó a la dirección también falsamente consignada en la caratula, y ninguno de los consultados ni por asomo conocía algún notario en el lugar falsamente consignado; luego de estos dos episodios relatados,  recién la victima tomó conciencia de que algo no cuadraba, por referencias de terceros ubicó la Dirección del Notariado (DIRNOPLU) y consultó por mi persona; porque eso sí mis datos y numero de Notaria de la que mi autoridad era titular, fueron los únicos datos que tenían veracidad en ese documento mal logrado; de esa forma la víctima, logra contactarse con mi persona; y lo  demás es historia.

Para referencia y como constancia de que este hecho relatado no es aislado ni mucho menos sin importancia, de estos eventos por lo menos se sucedieron 10 más durante mi gestión; a más información  otros colegas Notarios también tienen y seguirán teniendo esta complicación y aún más, la Dirección del Notariado conoce de estos delitos en demasía, pero si me preguntan cuál la política a desarrollar para combatir, desarticular, ubicar  o generar planes que vayan a desbaratar esta red de delincuentes no los hay.

Hastiado e impotente al no tener respuestas y menos apoyo, conjuntamente mi señor padre el cual también es abogado, presentamos las denuncias correspondientes ante Fiscalía no habiendo presenciado hasta la fecha de esta publicación por lo menos una luz; por mi cuenta busqué ayuda mediante acción directa ya que ninguno de los fiscales o mejor dicho ningún llamado a intervenir se animaba a instar a que se proceda con detenciones y demás diligencias apropiadas para poder sorprender a los delincuentes.

No obstante el escaso tiempo y mis diversas obligaciones, me di modos para contactar con la fuerza especial de la policía denominada DACI, el comandante una persona activa de la cual no recuerdo su nombre, me asignó a dos miembros de su oficina para que estos en calidad de encubiertos (es decir sin uniforme), nos trasladáramos a  la ciudad de El Alto debido a que en el relato que me dio la victima de la falsificación me indicó que un abogado que tenía su oficina al frente de chocolates el Ceibo es quien le había hecho entrega del documento; una vez en su oficina, uno de los guardias ingresó y preguntó a una de sus asistentes si se encontraba “el doctor” indicando que demoraría ya que se encontraba en tribunales, aproximadamente hicimos guardia por dos horas, y nunca apareció, ocasión en la que los policías decidieron desistir del operativo.

No obstante lo relatado no me di por vencido mediante recomendación de un amigo contacté con un ex policía que hacia las funciones de detective privado, lo interioricé sobre el tema y habiéndole dado todas las pistas y fotocopias de la documentación falsa, me pidió un adelanto y pasadas dos semanas me envío a mi correo unas fotos identificando plenamente la oficina del “abogado” al cual seguimos semanas antes, indicándome en su informe que estaba tras sus pistas y contactos y entre paréntesis me decía que definitivamente este tema era algo muy grande y que no solo se trataba de este abogado, estaban implicados otros actores, de igual forma me mencionó que el mayor movimiento se lo realizaba los días sábados y domingos en las ferias de venta de autos y para culminar con su informe me pidió dos semanas más para dar con todos los implicados y acumular pruebas.

Eso es lo último que supe, pasado un mes consulté al amigo que me lo recomendó sobre el paradero del detective, inclusive llegando a pensar que el dinero que le di en adelanto lo había invertido mal, bueno retomando el relato, mi amigo me manifestó que no sabía nada pero que averiguaría y que ni bien supiera algo me lo haría saber. Después de unos quince días recibí una llamada de este mi amigo, con voz un tanto consternada, me dio la noticia, de que al detective lo encontraron  muerto en un pueblo; coincidencia o no, me remito al informe que me envió a mi correo, de que este tema era algo más serio. Saliendo del asombro y una vez digerido el tema y dada la alta peligrosidad del asunto deje de insistir sobre el caso.

Como podrán apreciar, lejos de ser este un relato o una descripción típica y cotidiana, se tradujo en la pérdida de una vida, pero también en mi decepción para con los administradores de justicia y para con aquellos que también se encargan de preservar el orden y lucha contra los delincuentes.

Si se preguntan del investigador no supe más, no por cobarde, sino porque tengo una familia.

La Dirección del Notariado, no obstante, que se anotició del tema por reiteradas reuniones que sostuvimos, no sé si por falta de presupuesto o el constante cambio de Directores, se desentendieron del tema.

Hasta que estuve de titular en mi Notaria documento que llegaba falsificado; lo retenía y al día siguiente lo presentaba mediante una denuncia a Fiscalía, hasta la fecha solo dos veces me llamaron a declarar pero al parecer simplemente como un descargo para proceder al archivo de la denuncia.

Para terminar la pregunta para usted lector, si va invertir los ahorros de su vida en la adquisición del bien el que sea, no necesitaría amplias garantías y las seguridades al máximo para tal evento?. La respuesta es sí, y quien se la debería dar es él Estado, y si el Estado no se preocupa por lo menos debería generar políticas de masificación de información mediante publicidad masiva al igual que cuando realiza entrega de obras, a ese nivel por lo menos la gente estaría más alerta y los delincuentes no tan libres y despreocupados.

Me permito dar otra sugerencia debido a la experiencia, se debería  implementar un dispositivo tecnológico en cada Oficina Notarial por el cual cada usuario al apersonarse a la misma  pueda mediante el empleo de  su celular capturar un logo determinado o encriptado bajo altos niveles informáticos de seguridad y especialmente encriptados en una especie de certificado dados a los Notarios  y una vez que el sistema Android de cada aparato celular reconozca y de lectura al mismo mediante una base central conectada a la Dirección del Notariado se realice doble control de seguridad, de esta forma el usuario y el Notario podrán con plena confianza desarrollar actividades normales.

Idea estimo que habrá que desarrollarla en detalle, empero que desde luego de estar acompañada de políticas y de coordinación entre instituciones como ser a la cabeza de la Dirección del Notariado, Colegio de Notarios, Policía Nacional, Ministerio de Comunicación, AGETIC, para dar un duro golpe al hampa y seguridad a la población.  

 

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