Los actos de violencia que se cometen contra periodistas atentan contra la democracia
Las actos violentos y degradantes, y que están quedando en la impunidad por parte de la justicia, no solo vulneran de manera determinante la libertad de pensamiento y expresión de la persona afectada, sino que además afectan la dimensión colectiva de este derecho
En los últimos años, hemos sido testigos de los actos de violencia que se comenten contra los periodistas cuando estos desarrollan sus funciones, las cuales garantizan la libertad de prensa. Estos hechos son perpetrados por personas civiles y autoridades públicas quienes vulneran los derechos humanos y por ende el sistema democrático. Lo más grave de la situación es que existe una tendencia a que estos actos queden en la impunidad, debido a la inactividad o falta de impulso procesal de los órganos llamados por ley a actuar, léase Órgano Judicial, Fiscalía y Policía.
El caso emblemático de las Londras, se investiga por el ataque armado, secuestro y tortura del que fueron víctimas periodistas, policías y civiles, el 28 de octubre de 2021, en la estancia Las Londras del municipio de Guarayos, en Santa Cruz; otro hecho importante es lo ocurrido durante el paro ciudadano de 22 octubre de 2022, un grupo de personas agredieron de forma brutal al periodista de la Red Unitel, Mario Rocabado, en La Guardia, y así sucesivamente se están dando casos de violencia contra comunicadores en todo el país.
Estos actos violentos están vulnerando los derechos humanos de los periodistas y de la ciudadanía ya que atentan directamente la democracia que, de acuerdo a la Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos, se ha establecido que el derecho a la libertad de expresión: son componentes fundamentales del ejercicio de la democracia la transparencia de las actividades gubernamentales, la probidad, la responsabilidad de los gobiernos en la gestión pública, el respeto por los derechos sociales y la libertad de expresión y de prensa. También el derecho a la libertad de expresión está estipulado en la Convención Interamericana de Derechos Humanos: Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección.
Las actos violentos y degradantes, y que están quedando en la impunidad por parte de la justicia, no solo vulneran de manera determinante la libertad de pensamiento y expresión de la persona afectada, sino que además afectan la dimensión colectiva de este derecho. Los actos de violencia que se cometen contra periodistas violan el derecho de estas personas a expresar e impartir ideas, opiniones e información y, además, atentan contra los derechos de los ciudadanos y las sociedades en general a buscar y recibir información e ideas de cualquier tipo. En ese sentido están vulnerando el derecho a recibir información veraz y oportuna, al que tenga acceso el ciudadano boliviano, la cual repercute y fortalece la calidad de la democracia y Estado constitucional de derecho.
En ese sentido, lo señaló el Relator Especial sobre la Promoción y Protección del Derecho a la Libertad de Opinión y Expresión de las Naciones Unidas, un ataque contra un periodista es “un atentado contra los principios de transparencia y rendición de cuentas, así como contra el derecho a tener opiniones y participar en debates públicos, que son esenciales en una democracia”
También mencionó el relator que: cuando tales delitos quedan impunes, esto fomenta la reiteración de actos violentos similares y puede resultar en el silenciamiento y en la autocensura de los y las comunicadoras. Como se verá adelante, la impunidad genera un fuerte efecto inhibitorio en el ejercicio de la libertad de expresión y las consecuencias para la democracia, que depende de un intercambio libre, abierto y dinámico de ideas e información, son particularmente graves. Como ha sido señalado en varias oportunidades por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la libertad de expresión es una piedra angular en la existencia misma de una sociedad.
