Entre alegría y sorpresa causó a los bolivianos el anuncio hecho por el embajador ante las Naciones Unidas (Nueva York), Sacha Llorenti, quien en un tuit afirmó: "La resolución que reconoce el ama sua, ama qhella y ama llulla ha sido aprobada por unanimidad”. Según Llorenti -que de inmediato fue felicitado por el importante logro diplomático- esos principios milenarios, que son parte de la nueva Constitución Política del Estado, ahora simbolizan un nuevo paradigma para el mundo. El presidente Evo Morales saludó la decisión de la ONU y dijo: "Estamos muy contentos, muy honrados y halagados los pueblos originarios de Bolivia por reconocer los valores de los pueblos andinos para la gestión transparente en beneficio de la vida”.

En este último punto el Presidente tenía la razón. La resolución aprobada el pasado 8 de septiembre en la Asamblea General de las Naciones Unidas  está dedicada a la "Promoción de servicios públicos inclusivos y responsables en pro del desarrollo sostenible”.
El documento, de cinco páginas, reafirma que a las Naciones Unidas les cabe desempeñar un papel central a los fines de promover la cooperación internacional en el ámbito del fortalecimiento de las instituciones públicas y los servicios públicos en pro del desarrollo sostenible, y en el acápite 11 menciona los valores ancestrales de varias culturas, entre ellas la andina. Textualmente dice lo siguiente: "Reconoce, en este contexto, que los pueblos indígenas y las comunidades locales, con sus valores y principios tradicionales, como los principios de ama suwa (no seas ladrón), ama llulla (no seas mentiroso) y ama qhella (no seas perezoso) de los pueblos andinos, los valores de pitqiksigautaiññiq (honestidad) y qiksiksrautiqagniq (respeto hacia los demás) de los inupiat, y el valor de tukuki (imparcialidad e incorruptibilidad) de los pies negros, contribuyen de manera positiva a reforzar los compromisos del individuo y de la sociedad en lo que respecta a mejorar la eficiencia, la eficacia y la transparencia de la administración pública (...)”.
En otras palabras, hay una mención a la trilogía andina, pero no hay una resolución específica de reconocimiento a la misma como se informó. Aunque de igual manera esto enorgullece a los bolivianos, mostrarlo  como un éxito, puede ser útil para promover la gestión de la representación boliviana ante las Naciones Unidas, pero es poco serio para la imagen del país, que aparece como utilizando artificiosamente el documento.
Son apenas detalles que pueden parecer irrelevantes, pero dicen mucho de nuestro exitismo rimbombante sin el menor escrúpulo, peor aún: ante un coro general de aprobación irreflexiva. ¿Qué dirá la ONU?